CREACIONES LITERARIAS...

Conversación

Un dibujo en una pared perdida de la ciudad. Uno entre tantos otros que habían quedado de los tiempos de libertad. Uno, sin embargo, antes no estaba. Sólo había que prestar atención. Uno como cualquiera de los otros que antes si estaban. Aunque tal vez no tanto.
Con un nuevo día, otro dibujo. Otro que antes tampoco estaba. O quizá si, era difícil saberlo. Otro dibujo que se parecía al anterior, aunque quizá no tanto.
Un dibujo. Y otro dibujo al día siguiente.
Un mural distinto cada vez. Aunque quizás no tan distinto, pues era difícil asegurarlo.
Dibujos invisibles que sólo ciertos ojos podían leer.
Un dibujo que preguntaba. Y mañana un dibujo que le respondía.
Una imagen tan imperceptible pero tan poderosa que hacía valer la espera.
Un dibujo que respondía y volvía a preguntar. Y otro que seguía respondiendo.
Un dibujo como una esperanza. Un dibujo como un sentimiento. Un dibujo como un roce. Un dibujo como esa palabra que tanto se necesita. Un dibujo como la única manera de estar juntos.


Belén Moretti
17 / 5 /08


No volvamos
(re-encarnación)

Por favor
Deja las insistencias para un juego,
Las palabras que convencen para otro momento
No quiero volver
Y no puedes obligarme.

Ya déjame!
¿Para que quieres volver?
¿Para que volver a sufrir todo
Otra maldita vez?

No quiero volver,
No volvamos por favor.
No quiero sufrir de nuevo,
Ellos ya vendrán con nosotros.

Ellos ya vendrán con nosotros.

Quedémonos en esta oscura tranquilidad,
Mientras lo único que nos lastima es la luz.
No volvamos a sufrir el peso de las emociones,
El dolor en la carne,
Nena ¿Para que quieres
Sufrir otra vez
El dolor de las heridas
Que nunca sanaron
Y jamás lo harán?

No quiero volver
No volvamos por favor
No quiero sufrir todo otra vez
Ellos ya vendrán con nosotros.

Ellos

Ellos ya nos han olvidado,
Y con razón,
Olvidémonos de todo,
Y volvamos a la paz.


La vida no es mejor que La Muerte
Y si podemos elegir
¿Por qué no lo hacemos y ya?

El cuerpo no es mejor que el alma,
La vida es peor que La Muerte.
Quedémonos aquí, con ella,
Donde estamos,
Quedémonos,
Quédate.
No quiero volver.
No quiero padecer las emociones
El frió y el calor.
No quiero volver a la vida.
No quiero volver
Quedémonos,
Quédate

No quiero volver…


Daniela Roció Rodríguez González
17 / 5 / 08


Los fantasmas del pasado

Los pasos resonaban fuertemente en el piso de madera. Afuera, llovía terriblemente. La casa estaba vacía, excepto por los fantasmas del pasado, los recuerdos que rondaban en ella, y que lo harían hasta que El Tiempo parase o se acabase. Un escalofrió recorrió su espalda, un sentimiento añejo invadió su Ser. Se maldijo por haber entrado de nuevo, por recorrer otra vez aquellos pasillos, que había dejado. Casi podía oírlos, sentirlos. Casi podía llorar.
Afuera, la lluvia seguía cayendo, testigo del descubrimiento, cómplice del temor. Dentro, alguien se arrepentía de haber entrado, pues sabía que no podría salir, al menos no fácilmente. Los fantasmas no se lo permitirían.
Apoyo suavemente la palma de la mano en la pared, sin dejar de caminar, deslizándola. Cada paso le costaba más que el anterior, puesto que cuanto más se acercaba, más crecían en su interior el temor y la incertidumbre.
La puerta, que intencionalmente había dejado abierta para poder salir corriendo en cualquier momento, se cerró con un golpe tétrico. Volteó con una extraña sensación en el estomago, y en el alma. Los fantasmas tomaron consistencia, se cernieron a su alrededor. Y quedó atrapada por su propio temor.

Belén Moretti, Melina y Daniela Rodríguez González
17 / 5 /08



(Sin Título)

Penumbras en sueño
De un pasado oscuro y distante
Que contradictoriamente
Se acerca con el pasar del tiempo

Cada noche, una nueva señal,
Otro indicio tenebroso
Cada día, una inquietud más,
Otra preocupación incesante.

La tempestad se adentra lentamente en su alma.
Sabe que pronto llegará y arrasará con su vida.
Desea disfrutar la paz que aún conserva,
Esa pizca de tranquilidad que necesita para continuar.

El pasado la atormenta sin descanso,
Trayendo consigo arrepentimiento dolor.
Pero internamente sabe que ya nada puede hacer,
Sólo resignarse a esperar el momento.

Los recuerdos aumentan
Y extrañamente, junto con ellos,
Una calma inunda su Ser.
Quizás recordar sea necesario
Tal vez, incluso logre liberarse al hacerlo
Tal vez…

Melina Sofía Rodríguez González
17 / 5 / 08